Te pido que no vuelvas a llamarme o mandarme mensajes para echar un polvo de madrugada nunca más. Es un insulto y me hace mucho daño.
Y si te drogas o te emborrachas, no necesito saberlo. Ambos sabemos que no puedes hacerlo porque te hace mucho daño a ti.
No quiero saber si sufres. Ya no es mi problema.
Me tiene harta tanta mierda tuya autodestructiva. No la soporto, me amarga.
Olvídame